Barcelona, 20 de noviembre de 2025 — Rafael Angulo llegó a Catalunya con catorce años. Pasó su juventud en Pubilla Casas, un barrio obrero de L’Hospitalet de Llobregat. Aquel adolescente andaluz que empezó desde abajo nunca olvidó de dónde venía. Cuando en 1982 participó como administrador en su primera Comunidad de Propietarios en la calle Pintor Tapiró de Barcelona, ya sabía que su vocación no sería solo construir edificios: sería facilitar el acceso a la vivienda digna.

Hoy, con setenta y cuatro años, Angulo preside Metropolitan House, una gestora familiar que se ha convertido en referente del sector inmobiliario barcelonés. Pero su éxito empresarial no se mide solo en metros cuadrados entregados o millones facturados. Se mide en familias que han podido acceder a una vivienda asequible, en planes de vida hechos realidad. En programas sociales que han cambiado vidas. En el impacto positivo que cada promoción genera en su entorno.

La «S» de ESG —la dimensión Social de los criterios de responsabilidad corporativa— implica garantizar el acceso a vivienda asequible, contribuir al bienestar de las comunidades, promover la igualdad de oportunidades y generar impacto positivo en el territorio donde se opera. No basta con construir. Hay que construir para, por y con las personas.

Desde sus orígenes, Metropolitan House ha trabajado por democratizar el acceso a la vivienda. Somos especialistas en la gestión de cooperativas de viviendas y comunidades de bienes, fórmulas que permiten eliminar el margen del promotor tradicional. El resultado: reducir el coste de adquisición entre un quince y un veinticinco por ciento respecto al precio de mercado.

Las cooperativas de viviendas son instrumentos de la economía social que permiten a grupos de personas asociarse para construir sus hogares sin intermediarios que encarezcan el proceso. Metropolitan House actúa como gestora, supervisando todas las fases del proyecto: desde la captación del suelo hasta la entrega de llaves, pasando por la elaboración del proyecto, la financiación, el control de calidad de las obras y el servicio post-entrega. La compañía lleva más de mil quinientas viviendas gestionadas y entregadas en las últimas dos décadas. Todas ellas cumpliendo los compromisos de plazo y calidad.

Pero el compromiso social de Metropolitan House va mucho más allá de la actividad constructora. En 2020, tras años de colaboración informal con proyectos sociales en los municipios donde desarrollaba sus promociones, la familia Angulo decidió institucionalizar su labor solidaria creando la Fundación Metropolitan House.

La Fundación canaliza la responsabilidad social en cuatro ámbitos fundamentales. El ámbito social se centra en programas de vivienda para personas mayores, discapacitadas y familias vulnerables. Se subvencionan alquileres temporales para personas necesitadas. Se adaptan viviendas eliminando barreras arquitectónicas. Se ofrece soporte domiciliario a personas mayores y dependientes que no pueden asumir los costes de atención.
El ámbito de conocimiento se articula a través de la colaboración con la Cátedra de Vivienda Digna y Sostenible de la UPF Barcelona School of Management. Juntos investigan políticas de vivienda para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, preservar el medio ambiente y propiciar la eficiencia del sector inmobiliario. Han publicado estudios de referencia sobre cooperativas de viviendas, el modelo Multipartner-to-Rent o la construcción industrializada.

Los proyectos comunitarios concretos son el tercer pilar. Este año, la Fundación ha firmado convenios con el Ayuntamiento de Sant Joan Despí para desarrollar programas dirigidos a personas mayores —el programa «No te quedes atrás» para reducir la brecha digital— y niños —el programa «Música y Valores»—. También colabora con Salut Mental Catalunya en el proyecto «Mujer y Salud Mental» en Cornellà de Llobregat.

La inclusión y la diversidad constituyen el cuarto ámbito de actuación. La Fundación ha visitado organizaciones como ONCE Catalunya, referente europeo en inclusión de personas con discapacidad visual, para aprender y colaborar en la construcción de espacios verdaderamente accesibles.

Desde sus primeros proyectos en los años ochenta, Metropolitan House se distinguió por su participación en temas sociales, especialmente con la infancia. Ayudó a niños de familias desestructuradas en Badalona. Apoyó a chicas emigrantes en Pubilla Casas. Proporcionó material escolar en colegios de Sant Ildefonso en Cornellà. Ofreció apoyo académico en Sant Joan Despí. La sensibilidad social siempre estuvo presente.

«Desde nuestros orígenes hemos colaborado en diversos proyectos sociales, motivados siempre por el afán de ayudar a los que más lo necesitan y conseguir una sociedad más igualitaria con más oportunidades», explica Rafael Angulo.

La Fundación también promueve el talento joven. En colaboración con la UPF Barcelona School of Management, otorga el «Premio al Mejor Trabajo Final de Máster en Vivienda Digna y Sostenible», reconociendo investigaciones que aportan soluciones al acceso a la vivienda y la sostenibilidad urbana. Rafael Angulo lo explicaba en la presentación del premio: «Queremos contribuir a dar luz al talento de los jóvenes muy preparados, para que aporten soluciones eficientes a los más vulnerables de nuestra sociedad».

El nuevo modelo Multipartner-to-Rent, impulsado por Metropolitan House, busca precisamente democratizar el acceso al alquiler asequible. Este sistema permite a pequeños y medianos inversores participar en la construcción de viviendas destinadas al alquiler, combinando rentabilidad financiera con impacto social positivo. Es especialmente relevante para jóvenes menores de treinta y cinco años, el segmento poblacional con mayores dificultades de acceso a la vivienda.

Rafael Angulo también anunciaba recientemente la creación de GENIVS, un fondo de inversión específicamente diseñado para competir en suelo público y desarrollar viviendas de alquiler asequible para jóvenes. «Queremos dar solución a la demanda inmobiliaria, no solo aportando nuestra capacidad gestora sino también identificando localizaciones verdes y bien conectadas», explicaba.

En Metropolitan House entienden que cada promoción inmobiliaria genera impacto social en su entorno. Por eso consideran a sus clientes «nuestra gran familia» y mantienen el compromiso de prestar el mejor servicio posible. El lema de la compañía es claro: contribuir a regular el mercado de la vivienda en las zonas donde actúan, ofreciendo precios y calidades óptimas.

La responsabilidad social en Metropolitan House no es filantropía decorativa. Es convicción profunda. El compromiso de quien sabe de dónde viene y no ha olvidado el valor del esfuerzo colectivo. La certeza de que construir un mundo mejor se hace una vivienda a la vez, un programa social a la vez, una comunidad a la vez.